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martes, 2 de septiembre de 2014

EL VIAJE A CUANTOHA Y OTROS CUENTOS

AUTOR: ULISES GAMONAL GUEVARA
Es una obra que contiene trece cuentos cuya temática se relaciona con las creencias y problemas sociales de nuestra provincia como por ejemplo las injusticias que se comenten contra los campesinos cuando reclaman sus derechos.
Uno de los cuentos que se relaciona con una creencia que existe en nuestra zona es el cuento del "Shuruc" más conocido como grillo que según la creencia popular cuando canta en una casa esta anunciado la muerte de un integrante de la familia, para que se informen con más detalle de este cuento a continuación lo escribimos.

EL SHURUC

¡…Auhh…, auhh!, lloraba como criatura. Pistón el perro de luengo pelo. Parecía golpeado por alguien. ¡Sus maría! _se sobresaltó doña Leonila. Quién estará demás hijitos? Quién estará malgastando los choclos? _ se lamentaba Llupakú la chocha, cuando el perro aúlla, _es malo, está viendo el almita, porque está recorriendo su rastro.

El candil cubría de luto la casa con el hollín que expelía; los cuyes se quejaban como criaturas. _Trann, rodó la rueca con el huso por los suelos, las ratas alargaban sus feas colas por las rendijas del terrado de carrizo, de las guayungas caían un polvillo intermitente por el daño que hacía al maíz las atrevidas polillas.

Abuelita, no nos des miedo, te acompañamos a tu cama, le rogaron sus nietos.

Una chocita de quinta, techo de penca y una parte paja de jalca, puerta de palos atada con cabuya, era la casa de mama Leonila, en la vereda nos esperaba un banco rústico de troncos de morero. El cuyero estaba lleno de cuyes ojos lacre, que al sentir las visitas, corrían entre los pies de los forasteros esperando un pisotón. La chocita se ubicaba cerca de una planta de lima, el Guayguash era el peor mal de la familia, cuando llegaba no quedaba cuyes ni gallinas, el facineroso los mataba y chupaba la sangre y cuando ya estaba lleno, tragaba y arrojaba por el ano la sangre. El jardín de mamita Leonila que hermosura , pepinos como calabazas, manzanilla de toda variedad, claveles de siete colores, congonas, culantrillos, rosas, hortensias, más al centro unos lirios que competían con los cartuchos y achupallas, que bonito jardín , al otro ángulo un buen árbol de misha…por las noches vayan a ver esos aromas.

Hijitos, interrumpió la anciana, les contaré un caso. Sucedió en mis años mozos el eclipse de sol , taita Cushe, llevaba sus vacas al bebedero, el sol quemaba duro, cuando se apagó como velita por el fuerte viento.

¡Qué oscuridad! Empezó una noche triste como nunca, hacía un frío raro, parecía de muerte. Las lechuzas salían de sus guaridas, las gallinas corrían al gallinero; dicen que la luna peleaba con el sol, entonces todos tocábamos peroles, latas, tambores y llorábamos, los animales nos acompañaban en una gran bulla, cuando nuevamente el padre sol apareció y volvió el día…, voy a descansar niños, mañana les cuento la bonita historia del señor sin llanques…

Cric, cric, llegó por tras la casa, cric, cric, cric pasó a la sala, la rueca, el cuyero, la percha, cric, cric, _dio dos vueltas alrededor de la choza y salió al camino real …Shurug, shurug, cric, cric…qué tiene este maldito Shurug, quién estará de más _dijo la señora de Braulio.

_ ¡Mamita, mamita…vaya más al rincón! _dijo la niña_ pero mamita Leonila ya no hizo caso. La niña siguió llamando largo rato, nadie respondía… corriendo fue a dar la noticia a sus padres: mamita Leonila no quiere despertarse, esta panguito, cuando entre a su cuarto, clarito vi por la pared que se escapó un esqueleto con un gran cuchillo…corrieron todos al cuarto, _mamita Leonila, levántate chochita…levántate viejita, que te hemos hecho…¡uyuuuyy!  _hacían coro alrededor del cadáver.

Luego de los funerales, la familia se reunió muy triste, sintiendo el gran vacío, la vieja tullpa parecía acompañar en el dolor, recordaban sus últimas palabras de la finadita…cuando escucharon el tenebroso canto del grillo: crí, crí, crí, entro por la cocina, se fue por el ganado, por las lampas, subió al terrado, cric, cric… por el corredor…y empezó a salir rumbo al camino grande…¿quién seguirá a mamá Leonila? _dijo Timoteo_ vos china chica tráeme el foco y el machete ahorita lo mato a ese grillo, ¡me tapia el o lo tapio yo!, se hizo la señal de la cruz, colocó su sombrero a la pedrada y salió machete en mano, _buscando al mimético Shurug, que cada vez gritaba más fuerte, cric, cric…por doquier.

3 comentarios:

  1. Esa creencia está generalizada en todo el Nor Oriente Peruano. Dicen que si el grillo entra a la casa, hay que matarlo y luego tirarlo fuera de la casa, porque si lo tiras vivo, va a seguir sufriendo la persona en este mundo.

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